Navarra ha celebrado hoy dividida el vigésimo aniversario del 11-M. Hecho que ha quedado de manifiesto con la celebración de dos actos, ambos en la Plaza de la Constitución de Pamplona , donde se encuentra el monumento a las Victimas del Terrorismo, lugar plagado hoy de flores en recuerdo y memoria de quienes perdieron la vida por la lacra del terrorismo.
Víctimas, UPN y PP y VOX
La Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo de ETA y la Fundación Tomás Caballero se han concentrado a las once de la mañana. Tras dar lectura a un comunicado se ha mantenido un minuto de silencio en memoria de las víctimas y se ha realizado una ofrenda floral, para a continuación concluir el acto entre aplausos. José Ignacio Toca, víctima de ETA y miembro de ANVITE, ha acusado al Gobierno de “blanquear el terrorismo” y ha exigido a las instituciones un “compromiso sincero”. A la concentración han asistido representantes de UPN, PPN y Vox y representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Gobierno, Parlamento y Ayuntamiento de Pamplona
Mismo homenaje que se repetía hora y media mas tarde con representantes institucionales del Gobierno de Navarra y del Parlamento con la presidenta de Navarra, María Chivite, y el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, a la cabeza. La jefa del ejecutivo ha leído un comunicado en la que han recordado los atentados terroristas del 11M con “dolor e indignación”. Al igual que en el homenaje de las víctimas se ha guardado un minuto de silencio en memoria de las víctimas y se ha realizado una ofrenda floral.
Navarra y víctimas del 11M
Un 11 de marzo de 2004 que golpeó a Navarra de manera colateral. El gobernador militar de Navarra por aquel entonces, José Sierra, perdía a su hijo en los trágicos atentados de la estación de Atocha. Sierra se desplazó a Madrid al no poder contactar con su hijo y como otras familias recibió la fatal noticia en el IFEMA de Madrid. El día de los atentados se subió al cercanías con cuatro compañeros, de los que se apartó durante unos minutos para leer el periódico. Después llegaría la tragedia.
Comandante de infantería
Federico Miguel Sierra era comandante de Infantería del Estado Mayor. Tenía 37 años y había participado en misiones internacionales en países como Yugoslavia. Vivía en la localidad madrileña de Alcalá de Henares junto a su mujer y su hijo de tres años. Todas las mañanas se montaba en el tren con dirección su puesto de trabajo en la capital.