Representantes de esta iniciativa nacida en Gipuzkoa ha comparecido en comisión parlamentaria para argumentar su petición, para la que han recogido en dos meses unas 20.000 firmas. A su juicio, estamos ante una crisis silenciosa, a la que no se está dando la suficiente importancia al dejar Educación autonomía a los centros para actuar al respecto.
'Muchos estudios lo avalan, falta de atención, ciberbullying entre ellos e incluso con los profesores, causa muchos problemas y no aporta nada positivo', ha explicado una de las portavoces de la plataforma, que además es madre y pedagoga.
También ha explicado que las ventajas de un contexto sin móviles son que mejora el rendimiento académico gracias a un entorno más propicio para el aprendizaje, incrementa la capacidad de concentración de los estudiantes, reduce el acoso escolar y el ciberacoso, fomenta las relaciones interpersonales entre el alumnado y promueve la actividad física.
El hecho de que cada centro tome una decisión sobre la prohibición o no, según Altxa Burua, deja en peor situación a los centros más vulnerables, y eso, concluyen, afecta a la equidad del sistema educativo.