Las investigaciones se iniciaron al conocer que uno de los integrantes compraba sustancia de corte que utilizaba para elaborar y adulterar la droga. Fue durante su desarrollo cuando se conoció que también se habían especializado en el tráfico de vehículos de alta gama. La organización contaba con un entramado de al menos 10 empresas con las que blanqueaban el dinero ilícito, algunas de ellas en Bélgica y Reino Unido. Todo ello junto a sociedades con aparente actividad real, lo que dificulta la investigación patrimonial.
Cooperación internacional
Una operación en la que la colaboración y la cooperación internacional entre distintos cuerpos policiales y Europol ha sido fundamental tal y como ha asegurado el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso.
La estructura empresarial era también utilizada para el blanqueo de capitales proveniente del narcotráfico, utilizaba facturación falsa, transferencias de cantidades inferiores a las sujetas a vigilancia, operaciones inmobiliarias irregulares y uso de documentación falsa, entre otros. Además, la organización utilizaba mensajería cifrada para sus comunicaciones con el fin de dificultar su interceptación por los cuerpos policiales. También era frecuente el cambio de los teléfonos móviles.
La investigación se ha saldado con la incautación de tres Maserati Levante, un Alfa Romeo Stelvio, un Toyota Rav4 y un Toyota C-HR sustraídos y modificados para ser introducidos con apariencia legal en el mercado. Están acusados de delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales, estafa, revelación de secretos o robo con fuerza, entre otros.