El último sondeo de Ikuspegi consolida los altos niveles de tolerancia de la sociedad vasca hacia la inmigración. El estudio apunta, entre otros aspectos, a que se reconoce su contribución positiva al mercado laboral. Aún sí, los datos globales registrados han quedado por debajo de los del pasado ejercicio, que estuvo marcado por la invasión de Ucrania y la crisis humanitaria. Un contexto que generó un aumento excepcional de la generosidad.
Menores no acompañados
En temas de integración social, son muchos los ciudadanos que opinan que debe ser la población migrante quien realice el esfuerzo de adaptación a las costumbres y tradiciones locales. La mayoría de la población, el 70%, considera que las Administraciones deben atender a las personas extranjeras menores de edad sin acompañamiento familiar, y entrando en matices, se disparan quienes son partidarios de devolverlos a su país de origen, que alcanzan el 23%, casi el doble que antes de la pandemia 12%.