La oscarizada actriz Cate Blanchett, ganadora de dos estatuillas, nominada seis veces, y dirigida por los directores más importantes del cine actual, será la protagonista del cartel de la septuagésimo segunda edición del Zinemaldia. Una protagonista de cartel que, además, será premio Donostia en esta edición. Blanchett ya había sido propuesta para el premio honorífico el año pasado, pero tuvo que declinar por la huelga de actores y productores en Hollywood. Este año confirma asistencia. Cate Blanchett es la segunda intérprete australiana en recibir el premio honorífico más importante del Festival tras Hugh Jackman (2013).
Un cartel sobrio
El diseñador José Luis Lanzagorta ha creado el cartel oficial de la edición número 72 del SSIFF, a partir del retrato del fotógrafo Gustavo Papaleo. Lanzagorta también ha realizado los carteles del resto de secciones. Junto al fotógrafo José Luis López de Zubiria, han optado por confrontar la ilustración con la fotografía: así, el megáfono de un cineasta arroja ideas de papel en New Directors; un transatlántico expulsa humo en forma de cactus en Horizontes Latinos; un boxeador pelea contra el filamento incandescente de una bombilla en Zabaltegi-Tabakalera; una nadadora se sumerge en busca de tesoros nacarados en Perlak; una cámara retro proyecta pompas de jabón en Nest; una fresa se convierte en una isla dispuesta para la aventura en Culinary Zinema; y una raíz-rayo homenajea al artista vasco Vicente Ameztoy en Zinemira. Además, este año se incorpora el cartel de la sección Made in Spain, a la que se ha asignado el color azul añil, protagonizado por un astronauta que explora un planeta en forma de clavel, flor que remite al universo del cine español.
Con motivo de la presentación de los carteles de la 72ª edición, el Festival ha inaugurado hoy en la página web de Artxiboa una exposición virtual titulada Dibujar el Festival. La muestra recoge los bocetos del I Concurso de Carteles del Festival de San Sebastián, convocado en diciembre de 1959 con vistas a la celebración de su octava edición en julio de 1960. La exposición recupera la desconocida iniciativa pionera del certamen a través de la exhibición de los bocetos participantes y propone una aproximación a los materiales y una atención detallada a los engranajes del concurso.