Los cultivos de moluscos y algas en mar abierto es uno de los sectores con mayor previsión de crecimiento en la UE. Sin embargo, las cuerdas que se emplean en su cultivo se fabrican con plásticos convencionales de origen fósil , que pueden contribuir potencialmente a la generación de residuos plásticos y basura marina e impactar en el medio ambiente marino si no se gestionan correctamente. De ahí surge el proyecto BIOGEARSE coordinado por el centro tecnológico AZTI durante los ultimos 4 años para el desarrollo de cuerdas "Bio" a partir de biomateriales con potencial para sustituir a los plásticos convencionales.
Tras un año en cultivo, se obtuvieron mayores producciones de mejillón con las cuerdas bio (biogears) que con las cuerdas fabricadas con plásticos convencionales. Además, las cuerdas bio mantuvieron sus características funcionales y de durabilidad en el tiempo que duraron las pruebas .“Las pruebas de biodegradabilidad mostraron que las cuerdas ‘bio’ no se degradan en agua de mar a 20-30 °C o menos, mientras que las pruebas de compostabilidad demostraron que se pueden compostar por completo en condiciones industriales, por encima de los 58 ºC, lo que ayudaría a gestionar los residuos de forma sostenible mediante reciclado orgánico en condiciones de compostaje industrial al final de su vida”, apuntan desde AZTI.
Por ejemplo, de los prototipos evaluados, el que ha supuesto un mejor rendimiento productivo ha reducido hasta en un 34 % la huella de carbono a lo largo de su ciclo de vida en comparación con las cuerdas convencionales.
Financiada por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca de la UE, la iniciativa ha contado también con la participación de GAIKER, ITSASKORDA, ERINN Limited y CENTEXBEL.