La detención se produjo el pasado 17 de agosto. Fueron los propios trabajadores los que acudieron una mañana a la comisaría de la Policía Nacional en Bilbao a denunciar la situación en la que se encontraban. No tenían permiso de residencia ni contrato de trabajo y su jefe les pagaba 5 euros por hora efectiva. Además, según han denunciado, hacían lo que el arrestado denominaba una "Maratón", que consistía en trabajar desde las 7 de la mañana hasta las 9 de la mañana del día siguiente, teniendo solo una hora libre para comer mientras permanecían toda la noche en las instalaciones de la empresa. Además, cuando sufrían algún accidente laboral como consecuencia de su trabajo y tenían que acudir a los servicios médicos, el dueño les aleccionaba para que no mencionaran ni a la empresa ni el lugar donde había sufrido las lesiones. Tras hacer algunas comprobaciones, los agentes comprobaron la veracidad de los hechos narrados por las víctimas y les concedieron el carácter de testigos protegidos.
SANCIÓN ECONÓMICA
El arrestado se enfrenta ahora a un presunto delito contra los derechos de los trabajadores y a una posible sanción económica de más de 70.000 euros por infringir la legislación en materia laboral y de seguridad social.