La operación se inició cuando los agentes españoles, tras múltiples vigilancias realizadas a lo largo de varios meses, lograron acreditar que un ciudadano de origen marroquí estaba utilizando su coche particular para recoger en diversas localizaciones de Irún a migrantes irregulares y trasladarles hasta territorio francés a cambio de contraprestaciones económicas.
Estas averiguaciones se pusieron en conocimiento de la Policía Nacional francesa a través del Centro de Cooperación Policial y Aduanera de Hendaya (CCPA), y tras una estrecha colaboración entre las policías de ambos países, el 2 de julio, mientras transportaba a otros dos migrantes de origen subsahariano, agentes franceses arrestaron en Bayona al investigado, quién resultó ser un ciudadano nacionalizado en España de 51 años de edad.
Tras pasar a disposición judicial en Bayona, el 4 de julio fue condenado por un tribunal de dicha ciudad a 15 meses de prisión y a una prohibición de entrada en Francia durante 5 años
Fruto de la colaboración entre las Brigadas de Extranjería de San Sebastián e Irún y la OLTIM de la policía francesa, en los últimos meses también se ha logrado arrestar a cuatro personas por prácticas similares, habiendo igualmente sido condenadas a penas de prisión.
