El aviso lo dio la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Gipuzkoa, y la investigación de la Policía Nacional lo confirmó. Los trabajadores de un caserío de Zerain que se encontraban allí no tenían contrato de trabajo y tres de ellos se encontraban en situación irregular.
Los trabajadores relataron a los agentes que su jornada laboral era de siete días a la semana sin posibilidad de descanso, incluso cuando estaban enfermos, percibiendo entre 300 y 400 euros al mes, dependiendo de la voluntad de los dueños.
Encargados del ganado
Los trabajadores del caserío, en la que se hace el queso Aramburu de la DO Idiazabal, se encargaban al cuidado y limpieza del rebaño de ovejas latxas. Pero lo hacían sin formación y sin protección, lo que les exponía a las posibles enfermedades que les pudieran contagiar los animales