En Tolosa, la Ertzaintza tuvo constancia gracias a un aviso de que se había producido un accidente de tráfico en la N-1, sentido Lasarte, con tres vehículos implicados y varios heridos. Al personarse en el lugar, los agentes se percataron de que en una de las furgonetas siniestradas, de nueve plazas, viajaban once pasajeros. Además, tenían sospechas de que los ocupantes del vehículo estaban siendo trasladados como mano de obra ilegal, hechos que pudieron ser comprobados en la investigación posterior.
De manera paralela, en la AP-8, dirección Irún, una patrulla de la Brigada Móvil localizó a la altura del municipio de Deba a otra furgoneta que circulaba con las luces apagadas y de manera "anormalmente reducida". Cuando sus ocupantes fueron requeridos para detenerse, se dieron a la fuga hasta que lograron darles el alto en el peaje de Zumaia. Allí comprobaron que en el vehículo viajaban hacinadas hasta 22 personas, además del conductor.
En ambos casos, los ocupantes de los furgonetas "se dirigían a Europa para, presuntamente, trabajar ahí", según fuentes policiales. Dadas las circunstancias, todos los pasajeros de los dos vehículos fueron trasladados a las dependencias de la Ertzaintza para ser identificados.