La Ertzaintza controlará el cumplimiento de los límites de velocidad, en colaboración con las policías locales, con el objetivo de reducir la accidentalidad y el número de personas fallecidas y heridas en la red viaria vasca. Los controles se centrarán en aquellos tramos de riesgo asociado a la velocidad, así como en aquellos puntos donde se circula por encima del límite establecido y existe un elevado índice de siniestralidad.
La velocidad está directamente relacionada con la lesividad de los accidentes de tráfico. Con velocidades de conducción más altas, el número de siniestros y su gravedad aumentan exponencialmente. Hay que tener en cuenta, además, que a mayor velocidad mayor será la distancia necesaria para detener el vehículo. Se calcula que, por término medio, si se circula a 120km/h hará falta una distancia superior a un campo de futbol para detenerse.
“La velocidad inadecuada es uno de los factores concurrentes en los accidentes con víctimas mortales, junto con las distracciones y el consumo de alcohol o drogas. Para garantizar una movilidad segura y sostenible es imprescindible respetar los límites establecidos y adecuar, además, la velocidad a las circunstancias de la vía y de la climatología”, ha insistido la directora de Tráfico, Sonia Díaz de Corcuera.