En función del escenario, el plan contempla medidas como las captaciones de emergencia, limitar usos no esenciales (como el llenado de piscinas o el riego de jardines). Otra acción que se podrá llevar adelante será la reducción de la presión por las noches en las ciudades, o incuso cortes de agua temporales. De hecho, este plan ya se viene aplicando en la comarca de Busturialdea y otras cuencas como las de Lea Artibai.
Garantía de abastecimiento
El plan hidrológico contempla inversiones de 900 millones de euros para garantizar el suministro y la calidad del agua, mejorando los sistemas de saneamiento y depuración de las aguas residuales. Unos 600 millones saldrán de las arcas vascas.