La 'revolución de la longevidad' es uno de los retos debe asumir Euskadi, según el Gobierno vasco. La población cada vez es mayor, pero este colectivo también es cada vez más diverso y con diferentes necesidades. Se aprecia un mayor nivel cultural, y que los mayores dedican más tiempo al ocio y al deporte, aunque las experiencias vitales pueden llegar a ser muy diferentes entre el propio colectivo. A primera vista, poco pueden tener que ver una persona de 65 años y una de 90. Es por eso que la estrategia busca acompañar en esa diversidad, desde los más jóvenes a los mayores, desde los activos a los que necesitan cuidados.
8 de cada 10 son autónomos
El 80% de las personas mayores de Euskadi son autónomas. Y es esa autonomía la que se quiere potenciar con la estrategia que definirá las políticas vascas en esta materia, que deja atrás el concepto de envejecimiento activo para dar paso a una formulación de vida plena.
Pese a todo, la transformación de los cuidados seguirá siendo un foco prioritario de atención. 'Crece la demanda de servicios de cuidados en el hogar. Aquí entra en juego la Silver economy, esta actividad económica dirigida a cubrir estas necesidades, con el potencial desarrollo de los empleos en este ámbito', ha explicado Elena del Barrio, investigadora de la fundación Matía.