Quedan pocos frailes de los 170 que fueron en su día, pero los estoicos que resisten entre las campas de Urbía han decidido hablar de ellos, sin que sirva de precedente, y poner sobre la mesa las contribuciones que llevan haciendo desde hace 500 años: la convergencia entre arte y fe, paradigmático en su santuario, o el impulso decisivo que realizaron al euskera mediante la apuesta por el batua a mediados del siglo pasado. De todo eso quieren hablar en el documental 'Arantzazu. 36 zm, 5 mende, herri bat', dirigido por Pello Sarasua.
Difusión por todo Euskadi
Los frailes franciscanos siguen teniendo en la fe, en Nuestra Señora de Arantzazu y el Evangelio su máxima a la hora de vivir su día a día, pero no olvidan la influencia que ha tenido el pueblo en su porvenir. Precisamente, para conseguir agradecer y explicar esta realidad, los productores del documental y Arantzazulab quieren mover la cinta por todo el territorio, llevándolo primero a la Durangoko Azoka, el próximo miércoles, 6 de diciembre, y por cualquier cine local que quiera ver la proyección, a partir de enero de 2024.