Las piezas en cuestión, objeto ahora de análisis, son dos del yacimiento tardorromano de ‘Las Ermitas’, en el municipio alavés de Espejo. Según las instituciones, tienen claros indicios de manipulación humana en el presente.
Son dos piezas que contienen las palabras «NERON» y «CESAR» (en mayúsculas). Y esto ya llama la atención porque en latín, ambos nombres se escribían «NERO» y «CAESAR», respectivamente. La grafía no parece antigua y alguna letra cortaba a la tierra adherida con el paso del tiempo.
Una empresa ya condenada por falsificación
Este material del yacimiento de Espejo se encontraba en las instalaciones de la empresa Lurmen, la compañía del arqueólogo Eliseo Gil que se encargaba de excavar otro yacimiento romano alavés, el de Iruña-Veleia.
Gil fue condenado en 2020 a dos años de cárcel por falsedad documental del patrimonio histórico-cultural y estafa, una vez que se dio por comprobado que se habían falsificado otros dos grafitos del yacimiento de Iruña Veleia.
El material que tenía Lurmen en sus almacenes de Iruña-Veleia fue transferido y archivado en el Museo de Arqueología de Álava. La diputación alavesa había encargado a un grupo de arqueólogos que revisara los materiales.
El Gobierno Vasco y la Diputación de Álava han defendido que han actuado con «rigor, transparencia y celeridad» ya que, en cuanto han tenido conocimiento de la presunta falsificación, han acudido a la Ertzaintza. También han admitido que, de confirmarse, se trataría de una mala noticia. «No tanto por el volumen del material falsificado sino por el daño reputacional al patrimonio arqueológico alavés».
