la Ley vasca de Educación mantiene los modelos lingüísticos A, B y D en los que se estructura el sistema actual y establece que los centros deben planificar el aprendizaje de las lenguas. De esta forma, recoge que, "teniendo en cuenta las características sociolingüísticas y socioeconómicas de cada entorno" se debe garantizar que el alumnado adquiera un perfil B2 en el conocimiento del euskera y el castellano al final de secundaria.
La nueva norma que sustituye a la conocida como "Ley Buesa", la Ley de la Escuela Pública vasca aprobada hace 30 años, ha recibido el apoyo de los grupos en el Gobierno, PNV y PSE, y el voto en contra de todos los grupos de la oposición --EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU, PP, Vox y Cs.
Modelos lingüísticos
Uno de los aspectos más polémicos del texto es el referido a los modelos lingüísticos que, según una enmienda acordada por el PNV y el PSE, se mantiene en la nueva ley. El texto señala que el proyecto lingüístico de cada centro se ha de estructurar "dentro de un marco común que integra los derechos reconocidos y los principios establecidos en el Estatuto de Gernika y en la Ley de Normalización del Euskera" y "sobre la base del sistema de modelos lingüísticos vigentes".
Nivel B2 al finalizar la ESO
La ley señala que los decretos curriculares deberán definir el conocimiento práctico y suficiente de las lenguas oficiales y extranjeras y establece como objetivo mínimo que al finalizar la educación primaria, se deberá alcanzar el nivel B1 en las dos lenguas oficiales --euskera y castellano-- y al finalizar la educación secundaria obligatoria, el nivel B2 en las dos lenguas oficiales.