A los problemas de software, que todavía arrastran muchas gasolineras en el territorio, se suma el importante volumen de dinero que siguen obligados a adelantar y que se va a disparar de cara a la próxima semana santa. Tienen claro que las ventas van a aumentar, porque se nota en la clientela ganas de salir y viajar. A priori una buena noticia, pero detrás de ese previsible mayor volumen de ventas, ellos ven con temor e inquietud la necesidad de asumir el correspondiente adelanto de dinero, que cifran en miles de euros, inasumible para pequeñas estaciones.
Advertencia
Desde la asociación de gasolineras de Bizkaia advierten de que desconocen qué tratamiento fiscal se va a aplicar a este descuento impulsado por el Gobierno central. Denuncian que falta seguridad jurídica y que podría ocurrir que el cliente que se esta beneficiando de los descuentos, en realidad este recibiendo subvenciones y a futuro tenga que tributar por ellas. Aseguran que todavía no han conseguido contar con información fluida por parte de algún interlocutor institucional y hablan de incertidumbre generalizada en el sector.