El programa de detección precoz del cáncer de mama de Osakidetza, puesto en marcha hace tres décadas, sigue dando sus frutos. El año pasado se realizaron 124.000 mamografías, que permitieron localizar un tumor a 718 mujeres. Es la cifra más alta hasta la fecha, explica Osakidetza, que lo argumenta en el aumento de pruebas realizadas y al uso de mamógrafos cada vez más precisos. La buena noticia es que se trata de una detección precoz en la mayoría de los casos.
'A pesar de que cada vez se detectan más cánceres, la supervivencia también sigue aumentando en Euskadi, por lo que el impacto de esta enfermedad se reduce', explican en un comunicado. Los tratamientos son más eficaces y menos agresivos, lo que ha permitido que el 84% de las mujeres ha podido conservar el pecho afectado.
Osakidetza recuerda a las mujeres que, además de acudir a las mamografías, es importante que se eviten factores de riesgo como el consumo de alcohol y la obesidad. La autoexploración es fundamental, y de hecho, encontrarse un bulto que no duele en el pecho, suele ser la primera señal de alarma.