Las perspectivas de una gran cosecha de vino, en el medio de un escenario de inflación desbocada, incremento de los precios de la energía y los insumos y subidas de las hipotecas, parecen desvanecerse con la ola de calor de los últimos días, agravada además por la sufrida en junio en las regiones españolas de mayor producción, como en Rioja alavesa. Otro de los problemas es la falta de temporeros.