Las víctimas eran captadas en su país y eran obligadas a trabajar doce horas diarias de lunes a domingo. 'Las condiciones de vida eran penosas y deplorables' ha explicado el delegado del gobierno en el País Vasco. 'Eran obligadas a trabajar en condiciones infrahumanas, sin que pudieran negarse debido a la coerción, las amenazas o el abuso de poder', ha añadido . Algunas de estas personas, tras llevar en esta situación durante meses, acababan generando una deuda económica con el jefe del entramado que les obligaba a seguir en esa situación.
La investigación comenzó tras la denuncia de una de las víctimas, que había conseguido huir. Tras el registro de los domicilios se han incautado 9.300 €, dos pistolas simuladas y se ha solicitado el embargo de hasta cinco propiedades. El juez ha enviado a prisión a los detenidos, mientras que la Inspección de Trabajo ha abierto expedientes sancionadores a algunos de los empleadores que utilizaban los servicios de los responsables de la trama.