Alfredo de Miguel ha visto rebajada su pena casi un año, al ser absuelto de uno de los cuatro delitos de tráfico de influencias por los que fue condenado, aunque solo deberá cumplir 9 años, en virtud del máximo efectivo del cumplimiento de penas que establece la ley. Otro ex burukide Aitor Telleria, absuelto como cooperador necesario del delito que se le ha retirado a De Miguel, ha pasado de 6 años y 6 meses a 5 años, 1 mes y 15 días de prisión, que quedan limitados a 6 años y 9 meses de cumplimiento efectivo. Por su parte, se mantiene la pena de prisión de 7 años y 6 meses para Koldo Ochandiano.
El Alto Tribunal ha confirmado los hechos que se consideraron probados. 'Prevaliéndose de su capacidad de influencia política como miembros de la ejecutiva alavesa del Partido Nacionalista Vasco y de su compañerismo político con personalidades que ocupaban puestos de relevancia en la administración autonómica y municipal, se concertaron para favorecer que determinados organismos de la administración adjudicaran contratos de obras o de servicios a empresarios que estuvieran dispuestos a pagarles una comisión', se puede leer en el fallo.
El Gobierno vasco analiza el documento y cómo esto afecta al vínculo laboral con sociedades públicas que mantienen De Miguel y Otxandiano. En un mensaje en redes sociales, el lehendakari Urkullu ha asegurado que 'repruebo todo caso de corrupción y mantengo el compromiso total con la transparencia y la ética en la gestión pública y política. Ratifico el más firme rechazo ante unos hechos que son contrarios al ideario y a los valores éticos que defendemos y por los que queremos significarnos'.