Según los sindicatos, la actual crisis sanitaria ha venido a agravar, aún más, una situación que es estructural y muy anterior a la pandemia. Ya en 2019, los trabajadores y trabajadoras de la primaria secundaron tres jornadas de huelga para denunciar la gravedad de la situación que se vivía entonces. A día de hoy, dos años después, señalan que la situación ha ido a peor.
Carga de Trabajo
Denuncian que la pandemia, además de precarizar aún más las condiciones de trabajo del colectivo y la calidad asistencial que se ofrece a la ciudadanía, se ha convertido también en una excusa para que Osakidetza aplique recortes y dificulte la accesibilidad de los y las pacientes a la sanidad pública. Todo ello, "unido a la falta de planificación y falta de refuerzo e inversión, y al aumento exponencial de la carga de trabajo derivada de la gestión de la pandemia, ha colocado a la atención primaria contra las cuerdas" según Amaia Mayor de Satse. La estrategia programada de desmantelamiento de la primaria sigue su curso mientras Osakidetza continúa utilizando la COVID 19 para tapar un déficit estructural.