- Bañarse siempre en zonas vigiladas, en el caso de que te ocurriera algo podrías pedir ayuda.
- No arriesgarse intentando salvar a alguien con problemas en el agua, mejor lánzale algo que flote y pide ayuda a una persona preparada.
- Evitar entrar bruscamente en el agua, sobre todo después de haber tomado el sol o haber comido.
- Evitar bañarse mientras estás haciendo la digestión, es recomendable esperar un tiempo, en torno a dos horas especialmente tras comidas copiosas.
- Si durante el baño sientes escalofríos, tiritona persistente, fatiga, dolor de cabeza o en la zona de la nuca, picores, mareos o calambres, sal rápidamente del agua.
- No tirarse de cabeza en lugares de fondo desconocido, puede haber poca profundidad y como consecuencia golpearte la cabeza contra el fondo y producirte una lesión grave. Las zambullidas en el agua son la causa del 6% de las lesiones medulares en España.
- Vigilar en todo momento a los niños especialmente a los más pequeños, no dejes a un niño solo cuando esté en el agua o cerca de ella. Según los datos de la organización mundial de la salud cada año entre 70 y 150 personas mueren ahogadas en piscinas, playas ríos y embalses de España y la mayoría de ellas son niños.