El túnel bajo la ría será un túnel multimodal con una doble sección para tráfico rodado y ferrocarril que posibilitará conectar las dos márgenes de la ría y las líneas 1 y 2 de metro. La solución multimodal global entre las márgenes conlleva una inversión de 600 millones de euros en los próximos años. El proyecto constructivo del subfluvial estará terminado en el verano de 2023 y los trabajos comenzarán en 2024. Se prevé que la infraestructura pueda entrar en funcionamiento en 2028. Se trata de un proyecto esencial para el futuro de la red viaria de Bizkaia porque urge disponer de una alternativa a Rontegi, el punto más vulnerable de la red viaria del territorio, con una intensidad de 155.000 vehículos de media al día. Supondrá un importante cambio en la movilidad en el área metropolitana, contribuyendo a reducir los atascos; se estima que el subfluvial capte 51.000 vehículos diarios, descongestionando la recta de Max Center, La Avanzada y el propio Rontegi.
lanzadera
La conexión ferroviaria se realizará mediante un sistema de lanzadera sin conductor, muy similar al que puede verse en algunos aeropuertos. Con un trazado de 2.600 metros subterráneos que convivirá junto con uno de los tubos del túnel bajo la ría a lo largo de más de 300 metros. El trazado entre las estaciones de Sestao y Las Arenas deberá salvar una pendiente de 100 metros de altura entre el punto más bajo del túnel y el más alto en la estación de Sestao. Es decir, superar una pendiente del 8,8%.