El lehendakari Iñigo Urkullu no ha dudado en calificar de 'economía de guerra' la situación económica. 'Las consecuencias son severas. Se está produciendo un incremento de los costes de producción por la subida de precios de la energía y las materias primas. Esta situación afecta especialmente a los sectores de automoción, fundición y oil&gas; también a la logística, transporte y sector alimentario', ha admitido el lehendakari en una visita institucional a la nueva plataforma de Lidl.
Urkullu ha asegurado que el Gobierno vasco analizará las vías para complementar las ayudas que pueda definir de forma extraordinaria la Unión Europea. Ha abogado por 'redoblar el esfuerzo en eficiencia energética, adoptar decisiones para flexibilizar la transición energética y acelerar la puesta en marcha de los proyectos de energía alternativa como los parques eólicos y el hidrógeno'. A esta situación de emergencia energética se suma la falta de acceso a materias primas básicas y necesarias, como el trigo o el cereal. Materias que impactarán en el primer sector y en la cadena de alimentación internacional y local.
El precio de la gasolina, en máximos
El precio de los carburantes está afectando de forma directa también a sectores económicos y los hogares.
Según ha explicado en un comunicado la patronal guipuzcoana, el 62% de las empresas se están viendo afectadas por el aumento de costes de la energía, suministros y materias primas. Además entiende que los problemas se irán agravando, afectando a la facturación. Confebask por su parte ha reivindicado un cambio en el sistema que fija el precio de la electricidad.