La exposición contiene piezas curiosas y novedosas, como la maqueta original realizada por Emilio Ruiz del Río (1923-2007), empleada en el rodaje de la película 'Operación Ogro' (1979) para recrear el asesinato de Carrero Blanco, su chófer y un escolta. También se expone por primera vez la moto Sanglas 400E del servicio oficial de la Guardia Civil, utilizada en la serie 'La línea invisible' (2020), con la que se reproduce el asesinato por ETA en 1968 del agente de la Guardia Civil, José Antonio Pardines, primera víctima mortal de la banda terrorista.
El catedrático de la Universidad Pública Vasca Santiago de Pablo, comisario de la exposición, ha explicado que en la Transición y la década los ochenta, los 'años de plomo' de ETA, las víctimas de la organización terrorista solo salían en las películas "en el momento de ser asesinadas". Esto ha cambiado a la vez que ha ido evolucionando la sociedad, ha explicado de Pablo, para quien no se puede acusar al cine español de haber estado lejos de las víctimas.
No fue hasta la década de 2000 cuando los que habían sufrido la violencia de ETA ocuparon un papel central en la producción audiovisual, inicialmente con varios documentales de Iñaki Arteta. Poco a poco las víctimas fueron tomando protagonismo en el cine y la televisión, hasta llegar a éxitos de los últimos años como 'Maixabel', 'Patria', 'Ane' y la reciente 'La Infiltrada'.