La selección española de baloncesto se ha encaramado al liderato en solitario del Grupo A tras resolver con un sobresaliente su primer partido exigente de la Copa del Mundo ante Brasil (63-82), tercera victoria basada en un inicio fulgurante al mando de Pau Gasol (26 puntos y 9 rebotes), máximo anotador en un Palacio Municipal de Granada abarrotado y rendido a sus ídolos. "Estoy convencido de que cuando el rival sea más fuerte estaremos intensos y concentrados", avisó Orenga nada más apalizar a Egipto y sus jugadores salieron enfervorecidos a cumplir el pronóstico de su seleccionador.
Antes de acabar el primer cuarto, y guiada por un pabellón a rebosar, la selección española ya ganaba por 18 puntos (12-30). Fue el primer golpe sobre la mesa del anfitrión, decidido a arrasar desde el inicio de su primer examen serio, a demostrar que el hambre sigue intacto a pesar del peso acumulado de tantas medallas al cuello. Un día más lanzó el toque de corneta Pau Gasol con 12 puntos en este primer cuarto cerca del aro, área convertida en zona de guerra por la acumulación de figuras NBA.
Los triples de Rudy Fernández y Juan Carlos Navarro confirmaban que la batería exterior también estaba entonada para bombardear en un partido entre dos equipos que anotan más del 60 por ciento de sus puntos en la pintura. El deleite de la grada era total: el torneo había comenzado de verdad después de dos pachangas contra Irán y Egipto.
La calma siempre sigue a la tempestad y Brasil tuvo el mérito de no derrumbarse al inicio del segundo cuarto después del chaparrón que se había tragado. La segunda unidad española tenía muy difícil mantener el excelente desempeño de los titulares y la 'verdeamarela' encadenó un parcial de 11-1 que rompió la barrera psicológica de los diez puntos (23-31 min.13).
Volaban los codos en la zona para desesperación de un Orenga excitado como nunca, al borde de la técnica con sus protestas. Anderson Varejao estaba en todas las reyertas, se contorsionaban los hermanos Gasol buscando la posición, de repente era Tiago Splitter quien besaba el parqué... Refriegas prohibitivas para todo aquel que midiera menos de 210 centímetros, a riesgo de considerable daño físico.
Pero fue desde el perímetro donde llegaron los refuerzos con triples del mejorado José Manuel Calderón y de Sergio Llull que regalaban otro buen parcial a la parroquia local (2-10) y devolvían el marcador a registros del primer cuarto (25-41), al tiempo que la intensidad defensiva volvía a subir un peldaño antes del descanso, que llegó con 13 puntos de renta española (32-45).
España recuperó su quinteto inicial en el tercer cuarto, en el que las torres de ambos equipos volvían a prometer batalla. Y entonces llegó la jugada maestra de Pau Gasol, que en este torneo está mostrando una deslumbrante frescura para complementar el talento que siempre ha tenido y la experiencia que ha ido adquiriendo con los años. El nuevo pívot de Chicago Bulls salió a echar un vistazo al perímetro y, ante la indolencia defensiva de Nené, decidió quedarse a ametrallar un rato a su rival: tres triples seguidos, intercalados con una canasta de dos desde la bombilla, derretían al público granadino e impulsaban la renta española hasta una máxima momentánea de 22 (42-64, min.27).
El buen hacer de Leandrinho Barbosa era lo único que podía rescatar Ruben Magnano. A la selección sudamericana, superada por el ambiente (8/15 en tiros libres) y por el adversario, se rindió en el último cuarto y, por si quedaban dudas, Sergio Rodríguez puso el último clavo en el ataúd. Tras solventar con autoridad su primera prueba de nivel, España dispondrá ahora de un día de descanso antes de buscar revancha el miércoles, cuando topará con Francia -su verdugo en el último Eurobasket-, y de cerrar la primera fase el jueves contra Serbia.