Rafael Álvarez, guionista de The Wire

"The Wire ha envejecido extraordinariamente bien"

Una década después de que diese comienzo la que muchos califican como la obra maestra de la televisión, The Wire, la editorial Principal de Libros hace las delicias de los enamorados de esta producción publicando "The Wire. Toda la verdad". Escrita por el guionista Rafael Álvarez, este libro es una completa obra que realiza un extenso repaso por todos los episodios de la producción de David Simon, por sus personajes reales y los ficticios, los actores que les dieron vida y la gente que trabajó con pasión en la serie. Más de quinientas páginas que nos devuelven a un Baltimore no tan lejano, que nos descubren algunos de los secretos mejor guardados de la serie y que nos explican, de la mano de Álvarez, como se construyó "la gran novela americana" de la televisión. El escritor norteamericano con antepasados españoles nos ha hablado un poco más de ello.

ondacero.es

Madrid | 10.04.2013 17:06

- Para dar forma a este libro ha realizado entrevistas, una amplia investigación y un intenso recorrido por todos los capítulos. ¿Cómo fue ese proceso?

En este libro han colaborado multitud de personas que tuvieron relación directa con The Wire. A algunos de ellos los he entrevistado por teléfono, otros han escrito pequeños ensayos que nutren el libro, fue un trabajo intenso que me encargó David Simon, porque los editores querían que él lo escribiera, pero me lo pasó a mí. El objetivo era ser fieles a la serie, al Baltimore que dio vida a The Wire (uno de los muchos Baltimores que existen simultáneamente) y contar algunas historias personales de los que hemos crecido frente a las aguas de la ciudad.

- David Simon comenta en el prólogo "Esta era la única producción que conocía en la que no se podía discernir el cargo de cada uno por la actitud que adoptaba." ¿Como era el ambiente durante el rodaje de la serie?

Yo no solía estar presente durante los rodajes, aunque sé que el ambiente era bueno.

- Descríbanos como era el proceso de creación, cómo nacía cada capítulo y llegaba hasta la pantalla.

Al principio de cada temporada había largos periodos de investigación y documentación. En la segunda temporada (de la que fui guionista), fue fundamental entrevistar a los estibadores de Baltimore. Todo lo que conseguíamos era un montón de arcilla que luego poníamos en un torno y ahí empezaba el largo proceso de darle forma y cuidar los detalles.

- Entre las muchas curiosidades que los fans de la serie descubren en el libro esta el hecho de que algunos jóvenes de la comunidad de Baltimore se convirtieron en actores. ¿Cómo fue trabajar con ellos?

La mayoría participaron como extras. Estuvo bien poder ofrecer trabajo a aquellos jóvenes de barrios marginales. Hay que reconocer que algunos actuaban con mucha naturalidad. Afortunadamente encontraron un camino por el que seguir adelante. Pueden encontrar más información en la sección de Pat Moran en el libro.

- Usted participó en todos los guiones de la segunda temporada de la serie porque conocía a la perfección el ambiente del puerto en el que se desarrolla la entrega. ¿Qué supuso para usted llevar a la pequeña pantalla un ambiente que conocía tan bien?

Ser guionista te da muchas satisfacciones. Me encanta la sensación de estar montando un puzzle de diferentes piezas, algunas de las cuales con desarrollos inimaginables cuando empiezas a escribir. Ver cómo los elementos encajan como si fueran piezas de muebles hechos a mano.

- A pesar de que ya se ha cumplido una década desde que se estrenó la primera temporada de The Wire, en las circunstancias actuales que viven numerosos países, con la crisis o los recortes que plantean los gobiernos, parece evidente que la serie está de más actualidad que nunca y que los problemas que cuentan no son exclusivos de Baltimore o de Estados Unidos…

Lo cierto es que en estos diez años la serie ha envejecido extraordinariamente bien. Los problemas que diseccionamos durante cinco temporadas son universales y evidentemente no afectan sólo a Estados Unidos. Pero si hoy echamos la vista hacia atrás, todos esos problemas han ido a peor y quizá por ello es una serie que sigue de actualidad.

- ¿Cómo se siente al comprobar que lo que tuvo un éxito discreto en el momento en el que se estrenó cuente ahora con el aplauso de profesionales del medio, y de millones de televidentes en todo el mundo?

Orgulloso. Todos los ejecutivos de televisión con los que he hablado me han dicho que les habría encantado hacer una serie como The Wire, pero no tuvieron la valentía o el poder o la paciencia para contar una historia que se construye con tanta lentitud. En ese sentido, David Simon tenía muy claro lo que quería hacer, y es un luchador. Luchó por contar la historia del modo que él consideraba mejor. Podéis consultar el capítulo sobre Simon y Chris Albrecht, antiguo presidente de la HBO.

- Si se tuviera que quedar con un personaje de la serie ¿a quién elegiría?

Es muy complicado elegir un personaje, pero si me tuviera que quedar con una escena, probablemente sería cuando en la segunda temporada Sobotka y Bruce sobre la familia, sobre las opciones, sobre el trabajo frente a la educación…

- ¿Qué opina de la televisión actual?

No veo la tele. Tan sólo algunos partidos de baseball. Le quito el sonido y la veo como quien contempla los peces de un acuario. Cuando intento ver la tele tardo pocos minutos en pensar que podría estar leyendo un libro.

- ¿Cree que la ficción televisiva vive en la actualidad su mejor momento?

Hay cadenas, como la AMC, que lo están haciendo muy bien con series como Breaking Bad. Pero los productores (los nuevos y los viejos) tienen un reto: ser capaces de contar una historia con la misma paciencia y contención que tuvimos en The Wire, estar dispuestos a tirar migajas de pan durante los primeros cinco capítulos antes de atarlo todo en lugar de hacer caso a los espectadores que quieren que todo pase antes del primer corte de publicidad