El primer criterio para comprar la lotería de Navidad, como en otros sorteos, suele ser que los números tengan algo que ver con fechas personales importantes. Cumpleaños, aniversarios de boda, el centenario del
club de sus amores.
Pero hay gente para todo, porque otros se 'abonan' literalmente a un número y lo juegan cada año esperando que les toque alguna vez, sobre todo porque piensan que si dejan alguna vez de comprarlo tocará esa Navidad.
Los sueños también influyen a los supersticiosos, y soñar, por ejemplo, con un toro, trae buena suerte y ese día hay que comprar lotería. Soñar con fuego también puede atraer los premios, sobre todo si se despierta uno en mitad de la 'pesadilla'.
Las fechas históricas o muy relevantes del año también atraen a muchos: en 2001 fue la fecha del 11-S uno de los números más buscados (11901); en 2004 el número estrella lo conformaban los dígitos de la fecha del enlace de Don Felipe y Doña Letizia (22504); el año pasado fue la candidatura a los Juegos una referencia para el sorteo (02016).
Este año es el 11710 el número favorito, sobre todo de los más futboleros, pues es la fecha en que España se convirtió en campeona del mundo de fútbol gracias a un gol de Iniesta, cuya fecha de nacimiento también está siendo un buen reclamo (11584).
Es tradicional también que cuando un año toca el 'Gordo'en una administración, bar, tienda, etc, la gente vuelva al año siguiente a buscar suerte allí, de ahí que vendedores masivos de lotería de Navidad como las administraciones de Doña Manolita en Madrid o la 'Bruja de Oro' en Sort vuelvan cada año a ser los que más décimos de lotería de Navidad venden.
Precauciones y acciones al comprar el décimo
Entrar con el pie izquierdo en la administración donde vaya a adquirirse el décimo y, si se es muy, muy supersticioso, pedirle al lotero que se lo entregue con la mano derecha.
Si hay una cola grande esperando, colocarse a la izquierda de la entrada los días impares, y a la derecha los pares.Tras la compra, el tópico dice que hay que pasarlo por la espalda de un jorobado o la barriga de una embarazada.
Otros, contrariamente a la tradicional mala fama del gato negro, aseguran que pasar el décimo por el lomo del malafamado felino aumenta las posibilidades de obtener premio.