Estos son algunos de los datos estadísticos más significativos sobre el último sorteo extraordinario de Navidad reflejados en el Anuario del Juego en España 2015/2016 recientemente presentado por la Fundación Codere y el Instituto de Política y Gobernanza.
En concreto, en 2015 la campaña finalizó con unos ingresos de 2.584 millones de euros, 112 millones más que el año anterior.
El 73,9 % de los residentes en España compraron algún décimo para el sorteo de Navidad, un 2,8 % más con respecto a 2013, con lo que después de aproximadamente seis años de pérdidas, los datos confirman que desde el 2014 las ventas se han incrementado y han alcanzado niveles cercanos a los registrados en 2011.
Entre los menores de 25 años, sólo compró lotería de Navidad el 38,6 %, un porcentaje no obstante que va creciendo poco a poco desde 2013, cuando esta tasa se situaba en el 31,7 %.
Los no jugadores declarados representan un 11,3 %, pero sus compras también han crecido en los tres últimos años.
Sobre el proceso y las motivaciones de compra de este sorteo, casi todos los jugadores participaron en 2015 con décimos o participaciones en papel (97,9 %) y sólo un 2% declara haber comprado por internet, según el anuario.
El 71,3 % jugó con décimos comprados a administraciones o vendedores ambulantes y el resto se divide entre quienes llevan décimos y participaciones de asociaciones, colegios, clubes (20,1 %) y un 8,6 % que sólo juega participaciones de estas asociaciones, lo que sugiere cierto grado de compromiso social en la compra.
El Sorteo Extraordinario de Navidad 2015 repartió en premios el 66,6 % de las ventas, más de 1.700 millones de euros.
A diferencia de la lotería de Navidad, el Sorteo Extraordinario de El Niño tiene un ámbito de compradores más restringido, pero aún así compran más del 40 % de los residentes en España. Juegan más de 16 millones y en 2015 las ventas alcanzaron los 645 millones de euros.
La lotería de Navidad y, en cierto modo, el sorteo del Niño, se pueden considerar marcas "olímpicas", casi a salvo de los vaivenes de los mercados, dado que su posición en el imaginario social español las coloca más allá de las crisis.