Madrid |
La Lotería de Navidad, tradición profundamente arraigada en España, tiene ya más de dos siglos de historia. Desde el primer Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad, en 1812, han cambiado muchas cosas, entre ellas, el precio de los décimos que jugamos cada año.
El primer Sorteo de Lotería, celebrado el 18 de diciembre de 1812 en Cádiz durante la Guerra de Independencia, contaba con un premio de 4.000 pesetas y el precio de los décimos era de 40 reales (10 pesetas o 0,06€), una suma considerable para la época, especialmente, en un contexto de guerra.
Con el tiempo, los billetes comenzaron a dividirse oficialmente en décimos, lo que facilitó la participación de más personas. A medida que la economía y las monedas evolucionaron, el precio de los décimos también sufrió ajustes.
No fue hasta 1892 cuando el sorteo adopta la denominación oficial de “Sorteo de Navidad”, para aquel entonces, los billetes costaban ya 50 pesetas (0,30€) y el premio Gordo había aumentado ostensiblemente, hasta el millón y medio de pesetas.
En 1900 el precio del décimo volvió a subir hasta las 100 pesetas (0,60€) y se mantuvo estable hasta 1946 cuando volvió a duplicarse para pasar a valer 200€.
Los precios siguieron subiendo en la segunda mitad del siglo XX y en 1957 el décimo para el sorteo navideño costaba ya 400 pesetas, pasando en 1963 a tener un coste de 500 pesetas.
La década de los 70 consolidó a la Lotería de Navidad como un evento masivo en España., pero la fuerte inflación de aquellos años se notó también en los décimos navideños que pasaron a costar 1000 pesetas en 1967, duplicando su precio en tan solo 4 años y volvieron a doblarlo en 1977, con un coste ya de 2000 pesetas. En el 89 el décimo subió hasta las 2.5000 pesetas y el último precio en pesetas, vigente desde 1991 hasta 2001 fue de 3.000 pesetas.
La entrada de España en el Euro se tradujo en un ligero aumento del décimo, que pasó a costar 20€ (3.327,72 pesetas), precio que se mantiene vigente en la actualidad.