La exjefa de los Comandos Legales de ETA, Soledad Iparraguirre, conocida como "Anboto" ha sido condenada por la Audiencia Nacional a 122 años de prisión por ordenar el asesinato del Comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo en 1995.
La etarra, recientemente entregada a España, ha sido culpada de ordenar y suministrar los explosivos del atentado con bomba lapa adosada al asiento de Luciano Cortizo que tuvo lugar en 1995. Se trata de la primera sentencia condenatoria en nuestro país a la etarra, que además tendrá que indemnizar a la viuda y a los hijos del Comandante con 460.000 euros y con 340.000 euros a una de las hijas por secuelas y lesiones, ya que viajaba junto a su padre en el momento de la explosión.
Según ha determinado la Audiencia Nacional, "Anboto" dio la orden "con especial perversidad y falta absoluta de respeto por la vida y la integridad de las personas, y de la afectación psíquica e intenso sufrimiento causado a las víctimas".