La totalidad del eclipse, momento en que el disco lunar se ocultará por completo, ocurrió entre 21:30 y las 23:12 horas peninsulares, aunque en España no se pudo ver hasta las 22:22 horas, cuando el satélite "salió por el horizonte completamente ensombrecido, para poco a poco revelar su superficie y completar la luna llena".
Un eclipse se produce cuando un planeta o una luna se interpone en el camino de la luz del sol y, durante un eclipse lunar, la Tierra impide que la luz de Sol llegue hasta la Luna, lo que provoca que por la noche la luna llena desaparezca por completo, a medida que la sombra de la Tierra la cubre, señala la NASA en su web.
Desde hacía más de dos años no se producía un eclipse total de luna visible en Europa, lo que hará especial la noche de mañana.
Pero no solo por el eclipse, sino porque la Luna se tiñó de color rojo y se produjo una alineación de Marte con este satélite, la Tierra y el Sol, lo que hizo que el planeta marciano se sitúe más próximo a nosotros, aumentado su tamaño visible.
La tonalidad rojiza de la Luna, un fenómeno conocido popularmente como "luna de sangre", es consecuencia del comportamiento de la atmósfera terrestre frente a los rayos solares.
Esta capa de la Tierra, que actúa como una lente, desvía todos los componentes de la luz del Sol, excepto la rojiza, que sufre "un menor desvío" y tiñe la faz de la Luna.