Así, Bruselas ha decidido lanzar un mecanismo de consulta orientado a las partes interesadas -especialmente la industria agroalimentaria y las organizaciones no gubernamentales- para que éstas puedan dar su opinión sobre la propuesta de normativa, que pretende fijar un límite de 2 gramos de grasas 'trans' por cada 100 gramos de grasa.
"Desde hace muchos años, los estudios científicos han demostrado que una ingesta elevada de grasas 'trans' indudablemente incrementa el riesgo de padecer enfermedades del corazón", ha asegurado el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Adriukaitis, quien ha añadido que espera que la nueva normativa pueda ser adoptada "cuanto antes".
Pese a las advertencias sobre las consecuencias negativas para la salud, los niveles de estos ácidos grasos en alimentos industriales envasados como galletas, tartas y barquillos no se han reducido considerablemente desde mediados de los años 2000, según el comunicado del Ejecutivo comunitario.
La Comisión ya publicó un informe sobre las grasas 'trans' en 2015 y desde entonces ha mantenido discusiones con la industria y otras organizaciones para atajar este problema.