Tenemos la luna a puntito de cuarto menguante y despareciendo del cielo como luna nueva ya el martes 12 de diciembre. Eso sí, cerraremos el año saliendo de una espléndida luna llena, la luna llena fría o la luna del roble.
Nos deja el cielo este mes dos regalos en forma de lluvia de estrellas: llegan primero las Gemínidas, con máximo la noche del 14 de diciembre, y la última del año serán las Úrsidas, la noche previa a la nochebuena. Diciembre nos deja también un cambio de estación, entramos en invierno a las 4 y 27 minutos de la madrugada del 22, el día de la lotería. Será la noche más larga del año y el día más corto: 8 horas 58 minutos. Es diciembre mes oscuro que nos deja una pérdida de 29 minutos de luz del primer al último día. Desde el día 5 y hasta el 14 los ocasos se producen dentro del mismo minuto.
Óptimos para observación Mercurio, Venus, Júpiter y Saturno
Repasamos la posición de los planetas. No esta mal Mercurio, habitualmente difícil de observar. Hay que buscarlo a la caída de la tarde sobre el horizonte este sudeste; Venus domina el centro de la madrugada convirtiéndose en el lucero del alba. Imposible no verlo en noche clara brillando en Libra con su magnitud de -4,1. De Marte nos olvidamos de nuevo este mes, no se dejará ver hasta el próximo mes de febrero y lleva ausente del cielo desde agosto tras su conjunción solar.
De Júpiter y Saturno en cambio podemos disfrutar a la caída del sol. El primero en Aries y retrogradando hacia el oeste. Asoma por el horizonte sureste con una magnitud de -2,6. Y Saturno pues le hace compañía casi las mismas horas en el horizonte sur suroeste y transitando Acuario, aunque con mucho menos brillo, 0,9. Desde nuestra posición y por su inclinación, los anillos son casi invisibles, apenas una raya recta partiendo el planeta por la mitad.
Estas son las últimas estrellas del año. El cielo de invierno es sobrecogedor. A disfrutarlo. Felices estrellas