De hecho, lo que predijo Albert Einstein fue que, de cumplirse su teoría general de la relatividad, los relojes marcarían la hora más lentamente cuanto más cerca estuvieran del centro de la Tierra, que es el punto de máxima atracción gravitatoria para nosotros.
Tomando como base esta teoría, en octubre de 2018, un grupo de científicos de la Universidad de Tokio, utilizó dos relojes ópticos, los más precisos, para comprobar si había variaciones en la medición del tiempo.
Colocaron uno de los aparatos en la base de la torre nipona Tokyo Skytree, de 634 metros de altura (es la segunda edificación más alta del mundo, después del edificio Burj Khalifa de Dubai). El segundo de los relojes ópticos fue ubicado en el observatorio del edificio, a 450 metros del suelo.
El resultado del experimento fue que el tiempo pasa más rápido en lo alto de la torre que en la calle. El desfase es de cuatro nanosegundos al día.
Un nanosegundo es la mil millonésima parte de un segundo… En realidad un periodo de tiempo tan corto que no afecta a la vida diaria, pero que es de interés en ciertas áreas de la física, la química, la electrónica y en la informática.
De nuevo un experimento demuestra que Einstein tenía razón.