El cometa Neowise alcanzará este 23 de julio su punto de órbita más cercano a la Tierra. Este cuerpo celeste fue descubierto el pasado 27 de marzo con la ayuda de un telescopio de la NASA, un gran descubrimiento que no volverá a ser visible hasta dentro de 6.800 años.
La principal característica de este cometa considerado como uno de los "grandes", es que puede ser visible desde la superficie terrestre sin necesidad de utilizar telescopios.
Desde el Real Observatorio Astronómico de Madrid recomiendan buscar un lugar alejado de la iluminación de la ciudad que ofrezca una vista despejada del cielo, observarlo debajo de la constelación de la Osa Mayor en el cielo hacia el noroeste después del atardecer y utilizar, preferiblemente, prismáticos o un pequeño telescopio, ya que a simple vista puede aparecer un poco difuso o borroso.