CIENCIA

Descubierto el agujero negro más antiguo jamás observado por el telescopio James Webb

Este agujero negro, descubierto por un equipo internacional de investigadores, desbarata las teorías sobre la formación y crecimiento de estos objetos.

👉 El telescopio espacial James Webb encuentra su primer exoplaneta 

ondacero.es

Madrid |

Descubierto el agujero negro más antiguo jamás observado por el telescopio James Webb
Descubierto el agujero negro más antiguo jamás observado por el telescopio James Webb | Getty Images

Si en enero del año pasado, el telescopio espacial James Webb encontraba su primer exoplaneta, ahora ha avanzado un paso más y ha descubierto el agujero negro más antiguo observado jamás. Este objeto nació en los albores del universo hace 400 millones de años después del Big Bang, el momento que hace 13.000 años dio paso a un universo repleto de maravillas. Aunque su origen sigue siendo un misterio para los investigadores.

Este estudio lo ha llevado acabo una colaboración de científicos liderados por el astrofísico Roberto Maiolino de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).

Muchos secretos del cosmos eran una incógnita para los astrónomos hasta hace dos años, pero la llegada del telescopio James Webb, construido por la NASA, la agencia espacial europea (ESA) y la agencia canadiense (CSA) ha abierto una nueva era en la investigación científica. Este instrumento puede ver objetos fríos, muy lejanos u ocultos tras el polvo, lo que permite observar el universo primitivo o este nuevo agujero negro.

"Un gran paso adelante"

La revista Nature publicaba hoy los resultados de esta investigación que en palabras de Maiolino son "un gran paso adelante". Se trata de un agujero negro masivo que es unas cuantas millones de veces la masa de nuestro Sol y cuya existencia en una época tan temprana del Universo trastoca las teorías sobre la formación y crecimiento de estos objetos.

Origen incierto

Los astrónomos sostienen que los agujeros negros supermasivos que se pueden observar en el centro de galaxias como la Vía Láctea tardaron miles de millones de años en alcanzar su tamaño. Se forman a partir de los restos de estrellas muertas, que colapsan y que pueden llegar a formar un agujero negro de unas cien veces la masa del Sol.

Según esta teoría este agujero negro habría tardado mil millones de años en lograr su tamaño actual, aunque cuando se detectó el universo no tenía mil millones de años.

Del telescopio de Galileo al telescopio moderno

Maiolino explica que se deben considerar otras maneras en las que este agujero podría haberse formado. Los investigadores sostienen que podría haber "nacido grande" o haber devorado materia a un ritmo cinco veces mayor de lo que se creía posible.

El astrofísico considera que se trata de un "emocionante descubrimiento" que se debe al James Webb, el instrumento que ha conseguido abrir "una nueva era" en la observación astronómica. "Es como pasar del telescopio de Galileo a un telescopio moderno de la noche a la mañana", asegura.