La Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado con éxito el satélite Aeolus, que medirá los vientos de todo el mundo y desempeñará un papel clave a la hora de comprender el funcionamiento de la atmósfera terrestre. Además, esta novedosa misión también mejorará la previsión meteorológica.
El satélite ya se encuentra en órbita polar después de haber sido lanzado este miércoles desde la Guayana Francesa a las 18.20 hora local (21.20 horas GMT/23.20 horas CEST) a bordo de un cohete Vega.
Unos 55 minutos después del despegue, la etapa superior de Vega puso Aeolus en órbita y se estableció contacto a través de la estación terrestre Troll (Antártida) a las 00.30 CEST del 23 de agosto.
Bautizado en honor a Eolo, el guardián de los vientos según la mitología griega, esta nueva misión es la quinta de la familia de exploradores terrestres de la ESA, que aborda las cuestiones relacionadas con las ciencias terrestres más urgentes del momento.
"Aeolus encarna la esencia de los exploradores de la Tierra. Cubrirá un aspecto aún por estudiar del funcionamiento de nuestro planeta y demostrará los usos de la tecnología más avanzada en el espacio", apunta el director general de la ESA, Jan Wörner.
Según afirma el director de los programas de Observación de la Tierra de la ESA, Josef Aschbacher, Aeolus transporta el primer instrumento de este tipo y emplea un enfoque totalmente novedoso para medir el viento desde el espacio.
ENTENDER EL CAMBIO CLIMÁTICO
Como ya ha advertido la Organización Meteorológica Mundial, la falta de mediciones directas y globales de los vientos constituye una de las mayores carencias del Sistema Mundial de Observación.
Para solventar este problema, Aeolus proporcionará a los científicos la información necesaria para comprender cómo interactúan los vientos, la presión, la temperatura y la humedad.
La nueva misión revelará cómo el viento afecta al intercambio de temperatura y humedad entre la superficie terrestre y la atmósfera, dos aspectos importantes para entender el cambio climático.
Aeolus transporta uno de los instrumentos más sofisticados nunca puestos en órbita: Aladin. Se trata de la primera sonda de su categoría en incluir una revolucionaria tecnología láser que genera pulsos de luz ultravioleta y los dirige hacia la atmósfera para elaborar un perfil de los vientos del planeta, un método completamente nuevo de medir el viento desde el espacio.
A pesar del avance que las previsiones meteorológicas han experimentado en los últimos años, Aeolus incrementará aún más su precisión gracias a los perfiles de viento globales. Además, sus datos se utilizarán en modelos de calidad del aire para mejorar las previsiones de polvo y otras partículas en suspensión que afectan a la salud pública.
El satélite se controla desde el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt (Alemania). Los controladores pasarán los próximos meses comprobando y calibrando cuidadosamente la misión como parte de su fase de puesta en servicio.