El uso de este producto fue aprobado para casos de tratamiento de esquizofrenia, de trastornos obsesivos agudos, de trastornos mixtos asociados a la bipolaridad y como un complemento para depresiones en adultos.
El sensor, integrado en una píldora de aripiprazol, envía los datos recabados a una aplicación para teléfonos móviles, desde donde podrá hacerse un seguimiento de la ingesta del medicamento por parte del paciente, quien podrá autorizar a sus doctores para que accedan a esta información.
"Ser capaces de monitorizar la ingestión de medicamentos prescritos para enfermedades mentales puede ser muy útil en algunos pacientes", señaló Mitchell Mathis, director de la División de Productos Psiquiátricos en el Centro para Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.
Mathis advirtió de que esta innovación no puede emplearse para hacer un seguimiento en tiempo real, ni tampoco como medida de urgencia, pero ensalzó la utilidad de esta tecnología para trastornos como la esquizofrenia, que afecta a uno de cada cien estadounidenses.
Abilify MyCite, el nombre de la píldora, incluye en sus advertencias que puede generar riesgos de muerte a pacientes mayores con psicosis similares a la demencia -trastorno para el que no está aprobado su uso- y que son tratados con antipsicóticos, según un comunicado de la institución.
También alerta de los peligros en niños, adolescentes y jóvenes que tomen antidepresivos, porque podría incrementar los comportamientos y pensamientos suicidas.
Abilify fue aprobada inicialmente en 2002 para el tratamiento de esquizofrenia y en 2012 se comenzó a permitir el anuncio de los sensores integrados en este compuesto.