La investigación, que publica la revista "Journal of Neuroscience", ha sido dirigida por Albert Giralt, quien ha explicado que hasta ahora una de las terapias más prometedoras contra el alzéhimer es el uso de factores neurotróficos, una familia de proteínas que favorece la supervivencia de las neuronas, como factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC, o BDNF, por las siglas de brain-derived neurotrophic factor).
Sin embargo, según Giralt, la administración de FNDC plantea dificultades, como la falta de control sobre su liberación, que no permite dirigirlo específicamente al tejido enfermo ni liberar los niveles adecuados, sobre todo teniendo en cuenta que las dosis demasiado altas pueden ser neurotóxicas.
En este trabajo, los investigadores han estudiado los FNDC generados por los astrocitos, un tipo de células de forma estrellada que se encuentran en el cerebro y en la médula espinal y que se ven afectados por uno de los procesos de neuroinflamación más conocidos del alzhéimer, la astrogliosis.
En este contexto, los investigadores diseñaron un experimento con unos ratones modificados genéticamente para que sufrieran alzhéimer. "Este diseño nos permitió que, desde el momento en que hubiera neuroinflamación y patología, los astrocitos generaran FNDC en las zonas más afectadas del cerebro enfermo. Por tanto, las propias reacciones endógenas del cerebro regularían esa administración de FNDC según la severidad de la enfermedad", según Giralt.
El estudio muestra que este método restaura la producción y la liberación de los factores neutróficos en el tejido neuronal enfermo cuando comienza la patología.
Así, el FNDC generado por los astrocitos regula la formación de neuronas en las muestras de cultivo neuronal in vitro y también tiene efectos cognitivos en los modelos de ratón transgénicos.
"Estos resultados demuestran por primera vez que los astrocitos también producen FNDC, hasta ahora considerado únicamente de tipo neuronal, y que tienen los mecanismos moleculares necesarios para liberarlo en zonas del tejido nervioso enfermo donde se requiere actividad en favor de la supervivencia neuronal", ha concretado Giralt.
Aunque el uso en humanos de esta terapia aún estaría muy lejos, los investigadores apuntan al empleo de astrocitos a partir de células madre pluripotentes inducidas como una prometedora estrategia terapéutica que podría explorarse.
Según el investigador, "una posibilidad sería que en un futuro se pudieran derivar células madre inducidas de la piel de los propios pacientes, y posteriormente modificarlas genéticamente in vitro para expresar FNDC para luego diferenciarlas y trasplantarlas en las regiones cerebrales más alteradas de los pacientes".