Un nuevo estudio demuestra que el cannabis medicinal alivia los síntomas en niños y adolescentes con autismo
Esta novedosa investigación, publicada en la revista científica 'Scientific Reports', ha conseguido que, en general, más del 80% de los padres reportaran una mejoría significativa o moderada en sus hijos, según explican sus responsables, de de la Universidad Ben-Gurion del Negev y el Centro Médico Soroka (Israel).
Un nuevo estudio en pacientes con autismo de 18 años o menos ha concluido que el cannabis medicinal como tratamiento del trastorno del espectro autista (TEA) es "bien tolerado" y una opción "segura y efectiva" para aliviar los síntomas, incluyendo convulsiones, tics, depresión, inquietud y ataques de rabia.
En los últimos años, un número creciente de países ha legalizado o está en proceso de legalizar la marihuana para uso médico, incluidos Reino Unido, Grecia, Tailandia y algunos estados de EEUU. Canadá y Uruguay han ido más allá y han liberalizado completamente la industria de la marihuana. Además, durante la última semana, Alemania ha puesto en marcha su propia industria para cultivar el cannabis medicinal, e Israel ha aprobado una Ley para permitir las exportaciones de estos productos.
En España, mientras tanto, varias organizaciones, como el Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM) denuncia la "vaguería" de la clase política para regular el uso terapéutico del cannabis, recordando que hay evidencia científica sobre los beneficios que aporta a los pacientes, y que también se han identificado en este nuevo estudio israelí.
El martes, en una entrevista, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, respondió a estos colectivos rechazando legalizar su consumo terapéutico, alegando que no es algo "mágico". "El cannabis no es ninguna cuestión mágica, ni nada extraordinario, sino que como cualquier otra planta contiene un principio que puede ser útil en lo que sea, se extrae ese principio activo y se aplica con una dosis adecuada, conociendo su efecto en el organismo y sus posibles efectos secundarios y se dosifica", justificó.
Los investigadores analizaron los datos recopilados prospectivamente como parte del programa de tratamiento de 188 pacientes con TEA tratados con cannabis medicinal entre 2015 y 2017. El tratamiento en la mayoría de pacientes se basó en aceite de cannabis que contiene 30 por ciento de cannabidiol (CBD) y 1,5 por ciento de tetrahidrocannabinol (THC).
En general, después de seis meses de tratamiento, el 30% de los pacientes reportó una mejoría significativa, el 53,7% experimentó una mejora moderada y solo el 15% tuvo cambios leves o nulos.
Además, la calidad de vida, el estado de ánimo y la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria se evaluaron antes del tratamiento y a los seis meses. El 31,3 por ciento de los pacientes informó una buena calidad de vida antes del inicio del tratamiento. A los seis meses, la buena calidad de vida se duplicó con creces al 66,8 por ciento. El estado de ánimo positivo se situó en el 42 por ciento antes del tratamiento y 63,5 después de seis meses.
La capacidad de vestirse y ducharse independientemente mejoró significativamente con el tratamiento. Solo una cuarta parte (26,4%) no reportó dificultades antes del tratamiento, mientras que el 42,9 por ciento mejoró su capacidad para vestirse y ducharse independientemente a los seis meses.
La medicación con aceite de cannabis también mejoró significativamente el sueño y la concentración. El buen sueño y la concentración estaban en un 3,3 por ciento y 0 por ciento, respectivamente, al inicio, en comparación con el 24,7 por ciento y el 14% tras este tratamiento activo.