La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que el VIH "continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial". Según los últimos datos publicados en julio de 2022, "se ha cobrado 40,1 millones de vidas". Por ello, son numerosas las investigaciones las que continúan trabajando día a día para hallar un método que cure el VIH.
¿Qué es el VIH?
Según explica la OMS, "el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y debilita las defensas contra muchas infecciones y determinados tipos de cáncer que las personas con un sistema inmunitario más fuerte pueden combatir más fácilmente".
Los síntomas varían en función de la etapa en la que se encuentre la enfermedad. En ocasiones, en las semanas posteriores a haberse contagiado, se puede presentar un cuadro pseudogripal con fiebre, cefalea, erupciones o dolor de garganta.
Y a medida que el VIH debilita el sistema inmunitario de la persona infectada, se pueden presentar otros síntomas, indica la OMS, "como adenopatías, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos". Y en el caso de no tratarse, puede desencadenar en otras enfermedades más graves como la tuberculosis, la meningitis criptocócica, infecciones bacterianas graves o cánceres como los linfomas o el sarcoma de Kaposi.
Caso de "la paciente de Nueva York"
Según han confirmado varios científicos en la revista 'Cell', la conocida como la "paciente de Nueva York", una mujer mestiza de mediana edad y que, además de VIH, también padecía leucemia, ha logrado superar la enfermedad. De hecho, lleva sin VIH desde 2017.
El tratamiento utilizado está basado en trasplantar células madre resistentes al VIH procedentes de la sangre del cordón umbilical. Hasta ahora provenía de donantes adultos compatibles, sin embargo, se ha demostrado que si se hace con células madre se incrementa la posibilidad de curar el VIH en personas de todos los orígenes raciales. 37 meses después del trasplante, la paciente de Nueva York pudo dejar de tomar la medicación antivírica contra el VIH.
Yvonne Bryson, de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), que codirigió el estudio con su colega pediatra y experta en enfermedades infecciosas Deborah Persaud, de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, apuntó: "La epidemia de VIH es racialmente diversa y es extremadamente raro que las personas de color o de diversas razas encuentren un donante adulto no emparentado suficientemente compatible".
"El uso de células de sangre de cordón umbilical amplía las oportunidades para que las personas de diversa ascendencia que viven con el VIH y requieren un trasplante para otras enfermedades alcancen la curación", añade.
Además, Bryson indica que "con la sangre del cordón umbilical no se dispone de tantas células y tardan un poco más en poblar el organismo tras su infusión. Utilizar una mezcla de células madre de un pariente compatible del paciente y células de sangre de cordón umbilical da un empujón a las células de sangre de cordón".
Otros pacientes que se han curado del VIH
En 2009, el "paciente de Berlín" fue la primera persona en curarse del VIH en 2009, y desde entonces, otros dos hombres, conocidos como el "paciente de Londres" y el "paciente de Düsseldorf" también han conseguido superar la enfermedad.
Todos ellos se curaron gracias a un tratamiento de trasplantes de células madre como parte de sus tratamientos contra el cáncer y, en todos los casos, las células del donante procedían de adultos compatibles o "emparejados" que portaban dos copias de la mutación CCR5-delta32, una mutación natural que confiere resistencia al VIH al impedir que el virus penetre en las células y las infecte.
Según el estudio, aproximadamente un 1% de las personas de raza blanca son homocigotas para la mutación CCR5-delta32 y es aún más rara en otras poblaciones. Esta rareza limita la posibilidad de trasplantar células madre portadoras de la mutación beneficiosa a pacientes de color, ya que los trasplantes de células madre suelen requerir una gran compatibilidad entre el donante y el receptor.