La chica, de 19 años y de Michigan, en Estados Unidos, estaba en la cama con el móvil debajo de la almohada y conectado a la corriente, cuando comenzó a sentir ardo y dolor en el cuello. La corriente pasó del cargador de su teléfono al collar metálico que llevaba puesto y que le provocó quemaduras de segundo grado.
El ACEP, colegio americano de médicos de emergencia, nos dice: "No duermas con teléfonos o dispositivos móviles cargándose en la cama. Evite dejar el cargador enchufado cuando no esté conectado a un teléfono".