La misión Apolo había comenzado muchos años antes, en la mente de Kennedy y en un contexto de guerra fría y carrera espacial contra la Unión Soviética. “Decidimos ir a la luna no porque fuera fácil sino porque era difícil… “
La URSS fue pionera en misiones no tripuladas pero el programa Apolo norteamericano conseguiría poner al hombre en la luna. El Apolo XI, con Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins a bordo fue lanzado de cabo Cañaveral el 17 de julio de 1969, impulsado por un cohete Saturno que necesitaba 13 mil kilos de combustible por segundo para elevarse.
A 7000 metros de altitud la nave viaja ya a 10.000 kilómetros hora y la aceleración es cuatro veces la gravedad terrestre. El destino está a casi 400.000 kilómetros de distancia. Tardarán cuatro días en llegar.
El modulo lunar, el Eagle, tocó la luna el 20 de julio con Armstrong y Aldrin en su interior. Aunque el protocolo marcaba lo contrario, fue el comandante Armstrong el primero en bajar. Tenía que pronunciar una frase preparada meses atrás: “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”
600 millones de espectadores en todo el mundo estaban mirando. Faltaban 4 minutos para las 11 de la noche en Houston, para las cuatro de la mañana en España. A nosotros nos lo contó Jesús Hermida.
Los dos astronautas estuvieron en la superficie lunar apenas un par de horas. Realizaron experimentos científicos, sacaron fotografías, hablaron con Nixon y clavaron la famosa bandera que un truco permitía ondear sin viento y que fue origen de teorías de conspiración. La bandera se derrumbaría al despegar el módulo.
Durante esas dos horas el piloto del Apolo XI , Michael Collins, orbitaba la luna una y otra vez, imagen eterna de una amarga renuncia llegar hasta la luna y no bajar. Nunca nadie ha estado tan solo desde los tiempos de Adán, diría después la NASA.
Cinco misiones más, 10 astronautas, han pisado la luna desde entonces. Todas dejaron una bandera norteamericana. Cinco banderas que no ondean por falta de viento y que el tiempo y la radiación han convertido ya en banderas blancas sobre la luna.