Según un estudio de Vall d'Hebron

El riesgo de morir tras un infarto es el doble en mujeres que en hombres

Las mujeres tardan más en acudir al médico y confunden los síntomas con la ansiedad.

Agencias

Madrid |

La costocondritis se manifiesta como un dolor agudo en la parte izquierda del pecho, motivo por el que algunos enfermos han llegado a confundirla con un infarto | Internet

Un estudio liderado por el Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Vall d'Hebron ha revelado que la mortalidad registrada en los hospitales de mujeres que sufren un infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST es el doble que la de los hombres.

Lo ha explicado en rueda de prensa este jueves la doctora Antonia Sambola, del Servicio de Cardiología de Vall d'Hebron, experta en salud cardiovascular de la mujer y que ha capitaneado el estudio.

La investigación se ha realizado desde la Sociedad Española de Cardiología, en colaboración con la Fundació Institut per a la Millora de l'Assistència Sanitària (Fundació Imas), y ha incluido todas las altas hospitalarias del Estado registradas entre 2005 y 2015 de casos de infarto de miocardio agudo con elevación del segmento ST, más de 320.000 pacientes.

Los datos recabados han constatado que "el 18% de las mujeres tienen más riesgo de morir después de un infarto", una cifra que dobla el 9% de muertes registradas en varones, ha dicho Sambola.

La doctora ha señalado que "las mujeres aguantan mucho el dolor, minimizan los síntomas y tienen en mente la obligación de terminar las tareas que están haciendo", una situación que alarga el tiempo y que propicia que cuando acuden a los centros sanitarios, ya presentan un infarto extenso y con complicaciones.

"Esta pérdida de tiempo supone que a las mujeres se les realice menos angioplastias", el tratamiento principal para lograr un buen resultado y evitar secuelas después del infarto, ha explicado Sambola.

El estudio ha demostrado que en aquellas comunidades autónomas que cuentan con un sistema de atención al infarto --una red de coordinación entre los Servicios de Emergencias Médicas (SEM), los centros primarios de atención y los hospitales-- se reduce la tasa de mortalidad en hospitales tanto en hombres como en mujeres.

A pesar de ser atendidos por igual por la red, Sambola ha remarcado que sigue existiendo una diferencia de mortalidad entre mujeres y hombres, aunque reconoce que "hay una mejora importante de la mortalidad entre las mujeres atendidas y las no atendidas".

Sambola ha asegurado que los síntomas de un infarto son "prácticamente los mismos para hombres y mujeres": opresión en el centro del pecho, que puede irradiarse hacia la espalda o subir al cuello y a la mandíbula, al brazo izquierdo --es más común en hombres-- y a los dos brazos.

"Se trata de un dolor insistente, ya que para hablar de infarto debe durar más de 20 minutos", y la sanitaria ha añadido que otros síntomas, especialmente en personas diabéticas, pueden ser náuseas, vómitos, dolor en la boca del estómago y la falta de aire.

Ante la detección de estos síntomas, el hospital ha remarcado "la obligación de todos los profesionales" de descartar en primer lugar una causa orgánica --como una angina o un infarto de pecho-- y después contemplar otras opciones, como la ansiedad.

La doctora ha sentenciado que "el papel de los centros de atención primaria es fundamental" para disminuir la mortalidad de las mujeres, ya que son los que detectan los infartos mediante electros y derivan a los pacientes.

Asimismo, Sambola ha desmentido que el infarto "sea una cosa de hombres", ya que, después del ictus, la insuficiencia cardíaca e infarto, son la segunda causa de muerte en la población femenina, por delante del cáncer de mama.