Después del éxito de "La cocinera de Castamar", llega "Antes se secará la tierra" (Editorial Planeta), una novela que refleja a dos familias enfrentadas al más puro estilo Capuletos Vs Montescos aunque en un escenario bien distinto: la Galicia rural del siglo XIX. Una trepidante ficción -de Fernando J. Múñez- sobre la familia, el arraigo, el apego a la tierra, los amores prohibidos, los celos irracionales, la venganza, el odio y los secretos.
El autor nos lleva a Ponferrada, Madrid y al Pazo de Lourizán, uno de los escenarios principales de su obra. Iria, André, Dositeu, Basi y Matilda, Amil, Quinta, Isidro Ordás o su esposa Cordelia se mueven en una sociedad de férreas tradiciones y especialmente en los círculos más privilegiados.
Un desfile de personajes en una novela de época que bien merecen el árbol genealógico que encontramos en esta obra de Fernando J. Múñez, en la que los lazos familiares pueden ser una condena o una bendición. En el caso de Iría y André -los protagonistas- esos vínculos familiares les atormentan.
La novela es un retrato de la fortaleza femenina en un mundo de hombres. Pese a que las mujeres en el siglo XIX veían subyugada su voluntad a los dictados de sus padres o esposos, en "Antes se secará la tierra" se dan cita varios personajes femeninos con una fuerza especial, mujeres adelantadas a su tiempo que acaban siendo al final clave de todo.
La libertad de Iria es inusual, la fortaleza de Quinta es inexplicable y el autor nos presenta también a la yeya -como llamaban cariñosamente a su abuela recientemente fallecida- que es una mujer tímida y retraída pero defensora a ultranza de su familia. Fernando J. Múñez confiesa que esta novela es un pequeño homenaje a su abuela gallega.