La historia creada por Mills y O'Neil se centra en un escenario apocalíptico: los restos de la ciudad de San Francisco, que ha sido completamente arrasada por un gran terremoto bautizado como "El Grande". El destrozo es de tal calibre que sobre los escombros de la ciudad arrasada las autoridades levantan una nueva metrópoli, que bautizan como San Futuro. Una ciudad que termina sumida en el caos, por culpa de las bandas de súpers que vagan por sus calles haciendo lo que les viene en gana.
Éstos súpers son fruto de un programa experimental que busca crear soldados perfectos, para enviarlos a combatir en las distintas guerras que Estados Unidos libra fuera de sus fronteras. El problema es que cuando estos héores vuelven a casa convertidos en veteranos de guerra, son incapaces de adaptarse a la vida normal y se dedican, literalmente, a seguir haciendo la guerra por su cuenta. Pero no todos son unos violentos marginales. Aquí también encontramos al héroe primigenio: Espíritu Público. El primer niño sometido a ese tratamiento que recibirían tantos después, y que es el orgullo del pueblo, y el juguete de los políticos.
Es en este contexto en el que aparece nuestro antihéroe, la némesis de Espíritu Público. El único de ésos soldados modificados genéticamente que decide ponerse al lado de la policía para combatir al resto: Marshal Law. Un hombre diseñado para no sentir dolor y ser (mucho) más fuerte que un humano normal. Él será el encargado de resolver una serie de crímenes perpetrados por un misterioso personaje que traerá a nuestro protagonista de cabeza.
Decíamos al principio que Marshal Law es una de esas obras que, por méritos propios, mercece pasar a la historia del cómic porque, al igual que otras más famosas como V de Vendetta o The Watchmen (que tenemos pendiente reseñar)han marcado el camino a seguir después. De hecho, esta obra presenta una estructura similar a otras que han venido después y que también exploran el lado oscuro del mundo superheróico, como por ejemplo The Boys, de Garth Ennis. Aquí también hay un laboratorio que se encarga de fabricar súpers, también hay un héroe primigenio y los súpers también son unos cabrones de cuidado, hasta el punto de que se han convertido en el principal problema de la ciudad. La diferencia con The Boys, además de que aquí no hay una trama política tan evidente (aunque las críticas a las políticas conservadores quedan más que de manifiesto), es que el guión es menos coral.
En lo que tiene que ver con la forma, ésta es una historia que los lápices de Kevin O'Neil (La liga de los hombres extraordinarios) complementa a la perfección. Su trazo irregular, se podría decir que sucio y sus desproporciones funcionan de maravilla con una historia de estética entre glam y sadomaso, sucia, violenta y con escenas de sexo explícito como no se había visto hasta entonces. Aspectos todos estos que podemos identificar también en tantas y tantas historias que se han publicado después.
En definitiva, una obra sólo apta para adultos pero de lo más recomendable, aunque muchos la verán como una absoluta aberración. Desde aquí, eso sí, consideramos un acierto la decisión de ECC Ediciones de editar este tomo, que contiene los seis primeros números de la miniserie original y que os animamos a leer.
Edición original: Marshal Law: Fear and Loathing Epic USA
Publica: ECC Ediciones
Guión: Pat Millis
Dibujo: Kevin O'Neill
Formato: Rústica, 192 págs. A color.
Precio: 17,95€