El cómic que os traemos hoy recoge el primer gran arco argumental publicado en cinco capítulos en Estados Unidos. Un trabajo que Marvel encargó a Jeph Loeb. Un guionista que ha vivido tiempos mejores (tiene en su poder cuatro premios Eisner) y que ha trabajado también como productor de cine y televisión, en series como Héroes, Smallville o Lost y como guionista en películas como Teen Wolf. El caso es que con los años el bueno de Loeb se ha hecho más y más predecible y conservador en sus guiones, con historias que están bien estructuradas pero que no aportan nada nuevo y que parecen escritas para lectores imberbes. Desgraciadamente, ésta es una de ellas.
Y es que para este relanzamiento Loeb ha querido dejar de lado la línea marcada por la anterior encarnación del personaje, que presentaba a un héroe curtido en mil batallas a lo largo y ancho del espacio exterior. En esta ocasión el guionista prefiere centrar la acción en Sam Alexander, un adolescente amargado que vive en un pueblo perdido de Arizona y que tiene que soportar las burlas de sus compañeros de instituto, al ser el hijo del conserje. Sam vive una auténtica relación de amor-odio con su padre, un hombre que es el origen de su marginación social, que siempre tiene cerca una botella y que no se cansa de contarle a él y a su hermana pequeña historias increíbles de combates galácticos que supuestamente mantuvo como miembro del cuerpo Nova.
Y así va transcurriendo la vida del bueno de Sam, entre amores platónicos no correspondidos, historias del espacio exterior y matones de instituto; hasta que un día sufre un accidente con el monopatín. El chaval despierta en el hospital, y ve al pie de la cama a Namora y Mapache Cohete, los compañeros galácticos de los que su padre hablaba en esas historias que contaba siempre, y que ahora están ahí para explicarle que su padre ha desaparecido y que le necesitan a él para seguir su trabajo en el cuerpo Nova. Así que, (¡oh, sorpresa!) resulta que todo lo que ese supuesto perdedor le cuenta a su hijo es cierto, y ahora el muchacho amargado al que todos putean en clase y que no existe para las chicas tiene la posibilidad de convertirse en superhéroe. Como decíamos al principio, nada nuevo en la historia planteada por Jeph Loeb.
Y decimos nada nuevo porque por separado y en ocasiones juntas, todas estas premisas las hemos visto alguna vez ya en otras historias de superhéroes, aunque (todo hay que decirlo) no dejen de ser buenos mimbres para la construcción de una historia. Y ésta está muy bien construida y narrada, de ahí que el problema de la falta de originalidad no fuera demasiado grave si no estuviera combinado con otro: el hecho de que parezca escrita para chavales preadolescentes. Los diálogos, los conflictos y la evolución del personaje es tan simple y evidente que hace que al lector más talludito le cueste seguir leyendo. La historia peca de una falta de chicha bastante evidente que trata de compensar con unas escenas y batallas de lo más espectaculares que, aquí sí, están plasmadas con maestría en las viñetas. Y es que el encargado de los lápices en esta historia es Ed McGuinness, un dibujante espectacular que sabe resolver como pocos las escenas de combate en el espacio, sin dejar de plasmar a la perfección las partes más domésticas de la historia.
Así pues, esta es una historia que tiene todos los ingredientes para ser un buen relanzamiento de un personaje, pero que a mi juicio no lo llega a conseguir. Si te haces con él seguramente pases una hora y pico entretenido, pero si tienes en mente otras historias ésta puede esperar. Eso sí, si tienes el típico sobrino/hijo preadolescente y aficionado a los cómics, acertarás de lleno si decides regalárselo.
Título original: Nova vol.4 1-5 USA
Publica: Panini Cómics
Guión: Jeph Loeb
Dibujo: Ed McGuinness
Formato: Libro con solapas, 120 págs, color
Precio: 11€