Los colmillos están de moda, si es que alguna vez dejaron de estarlo. Ya lo decía mi profesor de literatura No hay como volver a los clásicos cuando la originalidad brilla por su ausencia. Más razón que un santo. Series de televisión, literatura descafeinada, sagas preadolescentes interminables, festivales hemoglobínicos y testosterona para parar un tren… Si freír algo que ya está frito, lo convierte en un refrito, ¿de qué hablamos cuando ese refrito se vuelve a freír? ¿RE-refrito? Ahora prueben a repetirlo muchas veces en alto, ¡no pasan de la tercera, verdad? Y lo mejor de todo es la cara con la que nos mira el de al lado. Hay ciertas pautas que se rigen perfectamente bajo sistemas cíclicos. Los chupasangres es un claro ejemplo. El problema es que confundir originalidad con aisladas partículas originales acaba desmontando el mito y convirtiéndolo en algo anodino. Y me van a perdonar pero el mito del vampiro, para un servidor, es sagrado.
El giro de tuerca que Scott Snyder y Rafael Albuquerque (dibujante de la serie) imaginaron para esta nueva aventura vampírica se centraba en los orígenes del vampiro americano. Una nueva especie más fuerte, despiadada y, redoble circense… que puede vivir de día. Cómo son estos yanquis, ellos siempre más y mejor… Vamos, que no es un dechado de originalidad, si nos remitimos a obras anteriores como Entrevista con el vampiro, sin ir más lejos, pero claro, me imagino al bueno de Scotty vendiendo la serie: Sí, bueno… también tengo una historieta sobre vampiros… (El editor ni si quiera levanta la vista de su cuaderno) Está ambientada en el oeste americano… Resulta que unos vampiros europeos han cruzado el charco y… (El editor sigue garabateando) …entonces muerden a un forajido que se llama Skinner Sweet, que es más malo que un cáncer… y, claro, al ser autóctono va a tener unos poderes especiales… (El editor deja de garabatear)… por ejemploooo… puede caminar a la luz del día… (Editor levanta la vista)…Pero lo mejor de todo es que como son inmortales la historia va a ir dando saltos en el tiempo, así podemos estirar el chicle todo lo que queramos… ¡Ah, y se me olvidaba! (Traca final) También hay una organización que va detrás de los vampiros que se llama Los Vasallos del Lucero del Alba, estoy muy orgulloso de este nombre, ¿sabe? No vea lo que me costó encontrarlo… (Definitivamente, el editor ha vuelto a sus papeles)… Bueno, y también está… Vale, el hecho es que Stephen King es coleguita y me echará una mano hasta que la cosa vaya bien… ¡Venga ese contrato! ¿Dónde hay que firmar?
En fin, en este cuarto volumen, nos encontramos con dos arcos argumentales diferentes: La bestia de la cueva ambientado en Nuevo México, 1871, en donde se narra cómo el sanguinario Skinner, mucho antes de convertirse en la nueva raza de vampiro que será, luchará codo con codo contra los nativos americanos, con el que será su más encarnizado enemigo en un futuro: Jim Book. Un auténtico despropósito, de no ser porque el dibujo de Jordi Bernet (Barcelona, 1944. Torpedo, Clara de noche, Kraken) le infunde cierta personalidad a la historia. La segunda historia está algo mejor, más en la línea de algunos de los momentos brillantes de esta serie, que los tiene. Carrera mortal transcurre en California en la década de los cincuenta. Travis Kidd es un rebelde con flequillo, chupa de cuero y una causa grabada a fuego: los vampiros mataron a sus padres y está dispuesto a cobrarse su venganza incluso si tiene que competir en una carrera de coches con el mismísimo Skinner Sweet. ¡Dios o espabilas o este tipo te quita el puesto!
Resumiendo, una historia que gustará a los fieles de la serie, que se cuentan por decenas de miles, pero que no avanza hacia ningún sitio porque, a estas alturas, el origen de la misma parece ser ése, recrear en diferentes momentos de la historia americana, intrahistorias con el vampiro Skinner Sweet como hilo conductor. A este ritmo, no tardaremos en verlo involucrado en el escándalo de Watergate¸ la guerra de Vietnam, la llegada del hombre a la Luna o quién sabe si se atreverá con el 11-S…
Edición original:American Vampire vol. 4
Publica: ECC Ediciones
Guión: Scott Snyder
Dibujo: Jordi Bernet y Rafael Albuquerque
Formato: Cartoné, 160 págs. Color.
Precio: 16,95€